lunes, 20 de septiembre de 2010

Caí y me creía que volaba.....

Tomando una cerveza en cualquier parte,

sudando en la 226,

si tiene explicación que se la callen,

preferiría no saber porqué,

me enamoré de vos.....
A veces la vida te pone a prueba con sensaciones que no puedes controlar, tarde o temprano termina sucediendo, aunque intentes evitarlo te acaba dando una patada en el culo y te recuerda que sólo eres un pringado que intenta mantener los pies sobre la tierra, pero un día tus pies dejan de tocar el suelo y es algo que te encanta, te dejas llevar, volver a sentir las pequeñas cosas, como el viento mueve tu pelo y te golpea suavemente en la cara mientras se te escapa una leve sonrisa al colgar el teléfono, sabes que él está al otro lado. Hay días que darías tu vida por abrazarle, cuentas los minutos, las horas, hasta el límite en el que la realidad supera la ficción, deseas sentir piel contra piel, acariciar sus labios y susurrar en su oido que ya ha pasado demasiado tiempo.
Cuando piensas que ese día ha llegado la realidad golpea en tu estómago hasta dejarte sin respiración, si antes era el viento el que acariciaba tu cara, ahora lo hacen las lágrimas, lágrimas de miedo, impotencia y cobardía.
Una dentellada directa al corazón que hace que te revuelvas por dentro, no comes, no duermes, no vives, pero siempre queda una pequeña esperanza de que las opiniones cambien, los juicios morales se vayan al carajo y por un día todo vuelva a ser mágico, un día en el que me abraces y todo termine.
Entre el dolor y la nada elegí el dolor.



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